Si yo tuviera ébola

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Si yo tuviera ébola no me gustaría ser portada de periódicos día sí, día también.

Si yo tuviera ébola no quisiera

tener a decenas de fotógrafos apuntando con sus cámaras a la habitación del hospital donde me atendiesen.

Si yo tuviera ébola me molestaría mucho ser la inspiración de humoristas gráficos.

Si yo tuviera ébola me cabrearía muy mucho si políticos de cualquier partido me usasen como arma en sus peleas diarias.

Si yo tuviera ébola no cogería el teléfono a la Ana Rosa de turno para darle audiencia.

Si yo tuviera ébola me gustaría pasar inadvertido. Me gustaría ser el paciente tal del hospital Pascual.

Si yo tuviera ébola… Si yo lo tuviera, quisiera que todo ese tiempo, todo ese interés, todo, se invirtiera en mi posible cura o en la de otros.

Lo que no se imagina Teresa es lo que le viene encima ahora, que parece que se recupera. Televisiones, diarios, radios… me juego el tipo a que le ofrecen un dineral hasta por posar desnuda. Es lo que tiene nuestra sociedad. El morbo. Nos puede el morbo. Alcácer, el caso del asesino de la baraja, casos de violadores, pederastas… Lo de menos es la solución. Lo que importa es el qué, cómo, cuándo, por qué… pero todo centrado en el cotilleo morboso que nos domina. ¡Coño! ¡Que estamos hablando de alguien que ha estado muriéndose!

Si yo tuviera ébola… que fuera en cualquier otro sitio, aquí no.

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