Gürtel, Bárcenas, Bankia, Fabriquilla, Troya, Scala, Andratx, Palma Arena, Nóos, Faycán, Mercurio, Fabra, Rabasa, Brugal, RTVV, Emarsa, Carmelitas, Trajes,
Pokémon, Campeón, Ópera, Novo Carthago, Tótem… y ahora, Púnica. Todos, casos de corrupción en los que se han visto envueltos distintos políticos del PP.
ERE, Formación, Mercasevilla, Malaya, Madeja, Facturas, Cudillero, Marea-Redondo, Seseña, Gürtel, Feval, Pokémon, Carioca, Voto por correo… y ahora, Púnica. Todos, casos de corrupción en los que se han visto envueltos distintos políticos del PSOE.
Casos de corrupción. Cada uno con su nombre. Cada uno con sus protagonistas. Nos llevamos las manos a la cabeza cada vez que sale a la luz uno nuevo. Me sorprende que nos sorprenda. No nos cansamos de criticar a países en los que el «sobre» es tan normal como respirar y si nuestro enorme orgullo nos dejase vernos el ombligo deberíamos agachar la cabeza y hacérnoslo mirar. Somos un país corrupto. Queramos o no, los partidos que nos representan están repletos de chorizos. Alguno se salvará, alguno querrá limpiarlos… Éstos acaban fuera del partido. No hay solución. No existe. No quieren que exista. Casta. Caspa. Asco. Mucho asco.
PP, PSOE, CIU, BNG, Centro Canario Nacionalista, Grupo Parlamentario Mixto, IU, PNV, PSC, Partido Andalucista, Unió Mallorquina…
Algo me dice que en las siguientes elecciones voy a tener el día algo complicado para poder ir a votar. Como en las anteriores. Como en las anteriores a las anteriores.