Cáncer, te has equivocado

Estimado Cáncer,

Anoche, mientras disfrutaba con mi hijo del Atleti en el Vicente Calderón apareciste y me jodiste el partido. No es que el partido mereciese mucha atención pero tú no pintabas nada. Nunca pintas nada. Ayer, otra vez, añadiste otro familiar a la lista de «elegidos». Te voy a decir una cosa… siempre te equivocas.

Sigues atentado contra la Humanidad, como lo hizo la peste negra, la viruela o el mismo VIH… eligiendo con tus ojos vendados, a ciegas, sin previo aviso. Te has colado, Cáncer, esta vez te has equivocado de pleno. Has elegido a mi sobrino Gonzalo. Tío grande donde los haya. Sabes que has venido a verle con billete de ida y vuelta. Lo tienes que saber. A este tipo no le vas más que a tocar los huevos un rato y, en cuanto sepa cómo, te va a tirar a la cuneta.


Sé que lo sabes, es por eso que ni he pestañeado cuando me he enterado de que Gonzalo era tu nuevo centro de la diana. Para que lo entiendas, mira cómo te recibe: como te mereces cuando entras en la vida de alguien, de cualquiera.

Mira, Cáncer, hemos acabado con muchas pandemias y tú no vas a librarte. Tenemos todas las armas para hacerlo. Solo nos falta unir las piezas del puzzle para darte boleto. Tienes los días contados. Estamos hartos, muy hartos, de que seas el tema de conversación en cuanto se menciona la salud. Siempre apareces. Todos, todos, tenemos alguien cercano al que le has tocado en el hombro con tu varita. Ya has llamado la atención. Ya está, ya has hecho la gracia. ¿Contento? Ya está bien. Repito, te has equivocado.

No te voy a decir lo grandísima persona que es Gonzalo ya que, como imagino, lo sabrás perfectamente. Lo que sí te voy a decir es que es de mis favoritos. Que si le tocas las narices a él me las estás tocando a mí también. No está en mi mano acabar contigo, pero haré lo poco que pueda para mandarte de vuelta a tu cueva, de donde nunca debiste salir. Vuelve y púdrete. Muérete. Desaparece de nuestras vidas. ¡Coño! ¡Ya está bien!

Gonzalo, sabes, lo hemos hablado, que esto es algo que ha venido temporalmente a verte. Sé que vas a darlo todo, tú y todos los que te queremos, que somos muchos. Que te vas a descojonar del cáncer en su cara. Que vas a ser el rey de la planta. Que harás que le tiemble el pulso al médico debido a las carcajadas que le vas a contagiar. Que las enfermeras de planta se pelearán por ir a atenderte, bribón. Que habrá tensión entre los guardias de seguridad debido al gran número de visitas que vas a tener. Que harás coprotagonista de alguno de tus videos a tu compi de habitación. Que conseguirás perder el miedo que compartimos por los hospitales y las batas blancas, ya me dirás cómo. Que, Gonzalo, sabes que te quiero con locura y antes o después nos vamos a dar un atracón de hamburguesas y cervezas que tenemos pendiente.

Te quiero, Gon, y tú, amigo Cáncer… vete a tomar por culo.

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