El Norte es Joven

Cuando parecía que la vida le iba a dar por finiquitado… apareció Norte Joven. Cuando parecía que la carretera se acababa… apareció Norte Joven. Cuando lo único que quedaba era un angosto camino… apareció Norte Joven.

1985, casi como el libro de George Orwell. 1985, año en que España y Portugal firman el tratado de adhesión a la Comunidad económica Europea. Se estrenó Único Testigo. Nació Cristiano Ronaldo. En Londres y Nueva York se celebran los conciertos Live Aid. Siniestro Total publica Bailaré Sobre Tu Tumba. Alain Prost se proclama Campeón del Mundo de Formula 1. El Barcelona gana la Liga y el Atletico de Madrid la Copa del Rey. Claude Simon es galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Raúl Alfonsín regresa a Argentina con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Y Torrente Ballester se lleva un muy merecido Premio Cervantes. Todo ocurrió en 1985. Estos acontecimientos, por importantes que eran, solamente fueron vitales para sus protagonistas.

Sin embargo, algo menos sonado pero, tal vez, mucho más impactante pasó aquel mismo 1985: nació NORTE JOVEN con la única misión de «promover el desarrollo personal y la integración sociolaboral de personas en situación de desventaja social a través de su formación, del acceso al empleo y de la sensibilización de la sociedad.» Y vaya si lo han conseguido. Las cifras son asombrosas. Solamente en 2019 más de 1300 personas salieron directamente beneficiadas, casi 600 alumnos pasaron por sus centros de formación, 71 alumnos lograron obtener el Título de Graduado en Educación Secundaria (65% de los alumnos matriculados en Nivel II de Secundaria), 160 alumnos accedieron a un empleo, se firmaron 40 convenios con distintas empresas… y mucho más.

Y yo, una vez más, me siento la persona más afortunada del mundo por conocerles. El año 2020 pintaba mal, muy mal. Empecé el año con el bombazo de perder mi trabajo. Tras 22 años recorriendo el mundo me veo obligado a dejarlo definitivamente. Mi corazón decide que es hora de relajarse un poco y reclama algo de ayuda en forma de DAI. Por supuesto, no lo discuto. Hay decisiones que hay que dejar que decidan otros por ti. Él manda. Ellos, más bien: mi corazón y mi cardiólogo. Me dejo llevar. Creo que acierto. Pierdo el trabajo pero no el empleo. Pasaría de una forma de vida aeronáutica a una terrestre pero aparece el bicho que nos manda al banquillo a más de un millón y medio de españoles. ERTE, unas siglas que muchos jamás habíamos oído y que pasan a ser tan protagonistas de nuestras vidas como COVID, mascarilla, gel hidroalcohólico, distanciamiento, Estado de Alarma… muchos términos que nunca, o casi nunca, se usaron y que no dejamos de pronunciar muy a nuestro pesar. Palo en la rueda, zancadilla por detrás, puñetazo en el estómago… se puede llamar como uno quiera, pero… siempre hay que ver la vida con cierto optimismo. Y así fue… y así será…

Cena en casa de unos muy buenos amigos. Me hablaron con detalle de un grupo de personas que se dedicaban a dar su tiempo por otro grupo de personas, algo más menudas. Estos chicos necesitan una mano que les ayude a terminar lo que la sociedad, la vida, no les dejó hacer por sí mismos. Norte Joven consigue que muchos jóvenes terminen sus estudios de Secundaria. Les ofrece la posibilidad de formarse en un oficio: fontanería, electricidad, cocina, ebanistería… para luego, una vez terminada esa formación, salgan con un título que les empuje a la inmersión del mundo laboral. Tras 35 años haciéndolo, me cuentan, incluso ya se han dado casos de antiguos alumnos que llaman a Norte Joven para reclamar empleados para sus propias empresas. Un buen ejemplo de que la idea funciona.

Me animé a conocerles. Mascarilla y gel en mano, me metí en sus tripas. Me colé de oyente en varios talleres y clases. Inglés, Electricidad, Cocina, Historia, Matemáticas… conocí a alumnos, profesores. Asistí a una clase de Secundaria donde ese día se abordaba el tema del racismo. Me enamoré. Me enamoré de ellos, de sus vivencias, de sus historias, de su pasado, de su presente y de sus sueños de futuro. Uno me contó, mientras amasaba harina para hacer un bollo, que su sueño era estudiar tanatopraxia… ¡y que quería ejercer! Otro me decía que no podía practicar mucho en casa porque ya quemó la cocina una vez y su madre le prohibió seguir con sus experimentos culinarios. Una profesora me habló de cómo disfruta viendo como dan un giro en sus vidas en apenas un par de años. Se nota en el ambiente que no es un colegio cualquiera. Se nota que es otro estilo. Se nota que es Norte Joven.

¿Y por qué te cuento todo esto? Por un sencilla razón: creo firmemente que este tipo de cosas hay que compartirlas. Las malas noticias ya nos llegan queramos o no queramos. Los dramas aparecen en cuanto pones las noticias. Pero este tipo de asociaciones hay que conocerlas. Hay que hacerles un hueco en nuestras vidas. Y yo, te aseguro, ya le he hecho ese hueco.

Te animo a que eches un vistazo a su web. Puedes visitar su perfil de Instagram o Facebook y convertirte en seguidor para enterarte de próximas novedades. Ya te adelanto que una de ellas tiene nombre propio: Zambo.

También puedes convertirte en Teamer de Norte Joven. «Teaming es una herramienta online para recaudar fondos para causas sociales a través de micro donaciones de 1€ al mes. La filosofía de Teaming se basa en la idea de que con 1€, nosotros solos no podemos hacer mucho pero si nos unimos, podemos conseguir grandes cosas

Te agradezco tu tiempo y generosidad. Al comienzo de 2020 vislumbraba un Norte algo oscuro, algo viejo… hoy, estoy muy convencido, ese Norte es Joven… muy Joven.

https://nortejoven.org/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *